Puerto Rico entre siglos: Historiografía y cultura

octubre 31, 2013

Puerto Rico en la década de 1970: la política y la economía (I)

  • Mario R. Cancel-Sepúlveda
  • Catedrático de Historia y escritor

La década de 1970 al 1979 representó un momento de inflexión en la historia contemporánea de Puerto Rico. La mayor parte de los logros de la era de la segunda pos-guerra fueron puestos en entredicho.

Vida política en la década de 1970

En lo externo, el vuelco fue el reflejo de situaciones fuera del control del Estado Libre Asociado. La más relevante de ellas fue la primera Crisis del Petróleo en 1973. En lo interno, el resultado más visible fue el fin del control electoral del Partido Popular Democrático y el inicio de la era del bipartidismo. Desde 1968 el PPD ha ganado 6 elecciones y ha gobernado 24 años; y el Partido Nuevo Progresista ha vencido en  6 contiendas manejando el poder igual número de años. Los  gobiernos de 1968 bajo Luis A. Ferré; de  1980 bajo Carlos Romero Barceló; y el de  2004 bajo Aníbal Acevedo Vilá, fueron “compartidos”, es decir, el control del Ejecutivo y el Legislativo estuvo en manos distintas por lo cerrado de la contienda electoral. En los tres cuatrienios, la conflictividad dominó la gestión pública y los gobiernos “compartidos” desembocaron en el lenguaje contencioso y el inmovilismo administrativo.

Luis A. Ferré y Roberto Sánchez Vilella (1969)

Luis A. Ferré y Roberto Sánchez Vilella (1969)

A lo largo de la década de 1960 a 1969, como antesala, el PPD enfrentó un conjunto muy peculiar de desafíos. Entre 1960 y 1964, recibió en reto de una propuesta vinculada a la Social Democracia que se concretó en el activismo del Partido Acción Cristiana, una alianza táctica entre Estadoístas e Independentistas que puso  entredicho la legitimidad moral del poder de Luis Muñoz Marín y el ELA sin éxito. El otro reto fue el de una “Nueva Generación” que sembró la duda respecto a la capacidad del gobernador para ajustarse a los intereses de los más jóvenes.. Ambos procesos coadyuvaron a  acelerar la decisión de “El Vate” de retirarse de cara a las elecciones de 1964.

La derrota electoral de 1968 y el ascenso del PNP con el ingeniero e industrial  Ferré a la cabeza, culminó aquellos procesos de un modo trágico para los populares. Durante el Plebiscito de estatus de 1967, el grupo  “Estadistas Unidos” hizo un papel extraordinario al obtener 274,312 votos o el 38.98 %. Refundado aquel movimiento bajo el nombre de Partido Progresistas Unidos,  luego Partido Nuevo Progresista, el estadoísmo no dejó de crecer en simpatías. En los comicios  de 1968 aquella organización novel obtuvo 400,815 votos o el 43.6 % ante un PPD dividido por la figura pujante de Roberto Sánchez Villela y su Partido del Pueblo, de tendencias abiertamente soberanistas y anti-caudillistas, quienes obtuvieron 107,359 votos o el 11.7 % de las boletas para la gobernación.

Aunque el PP fue responsabilizado de la derrota, lo cierto es que el desgaste de Muñoz Marín y su discurso, responde a numerosas razones. La derrota del PPD en 1968 respondió a aquella división, sin duda. Pero el ELA no estaba en su mejor momento: la naturaleza colonial de aquel arreglo de 1952 se discutía en la Organización de Naciones Unidas mismo en la ONU. El mismo hecho de que el Estadoísmo estuviese en el poder abonaba a la fragilidad de su imagen. Ello a pesar de que, en el Plebiscito de 1967, 6 de cada 10 electores habían favorecido el ELA. La polarización entre el ELA y la Estadidad se confirmó a la larga por el hecho de que el Independentismo electoral perdió poder y fluctuó apenas entre el 3.5 %  de los votos en 1968, y el 5.4%  en las de 1980 y nunca superó los 90,000 sufragios. Debo recordar que a la contienda de 1968 comparecieron tres partidos independentistas que, sin duda, ayudaron a debilitar el voto popular llamando la atención de los Soberanistas que militaban en el partido rojo.

Esto significa que, en enero de 1969, se estrenó una situación que no se veía desde 1944. El Presidente del Senado controlado por el PPD bajo Ferré, el Lcdo. Rafael Hernández Colón un abogado de Ponce,  afirmó su poder en la organización. Hernández Colón había sido miembro de la “Nueva Generación” y era una figura de confianza para  Muñoz Marín.

 

Carlos Romero barceló y Rafael Hernández Colón

Carlos Romero Barceló y Rafael Hernández Colón

Vida económica en la década de 1970

La década de 1970 a 1979 marcó, por otro lado,  el colapso de “Operación Manos a la Obra”. Después de 1979 el costo del barril de crudo superó la media de los $10.00 por unidad y ya no volvió a bajar. El proyecto económico del ELA, para la década de 1960 se había apoyado  en el refinamiento de crudo barato, por lo cual corría peligro. A la altura de año 1982 la CORCO, el emblema de las refinerías, cerró casi todas sus operaciones y sus funciones se redujeron a mero centro almacenamiento de crudo.

La primera Crisis del Petróleo (1973) generó dos crisis locales que recuerdan la que azota al país desde el 2008. Una de ellas ocupó el periodo que va entre 1973 y 1976: siendo gobernador Hernández Colón. Entre 1976 y 1979 cuando gobernaba C. Romero Barceló, hubo una “recuperación” parcial que no ilusionó a muchos observadores. De inmediato se aceleró otro periodo recesivo entre los años  1980 y 1983. La gravedad de las circunstancias generó violencia social, sindical y estudiantil y justificó la represión del Estado a los sectores protestatarios.

Los dos signos más conocidos de aquel periodo son el crimen del Cerro Maravilla (1979) y Huelga Estudiantil de la Universidad de Puerto Rico (1981). En términos generales, el ELA estuvo en crisis desde 1973 hasta 1983 y la “recuperación” no fue sino fue una ralentización de la degradación económica dominante. En su momento, la situación llegó a ser comparada con la Gran Depresión de 1929, pero su naturaleza era distinta.

Los rasgos dominantes de la crisis fueron los siguientes:

            1. El estancamiento económico, manifiesto en el hecho de que el  Producto Interno Bruto decayó y los niveles de ingreso personal se estancaron empobreciendo a las clases medias

            2. La inflación de los precios incluso los de primera necesidad

            3. El desempleo galopante, índice que  en 1977 llegó al 20 % y en 1984 alcanzó el 22%

            4. La consolidación de la resistencia popular en todos los niveles: bajo el gobierno de Hernández Colón (1972-1976) hubo 270 huelgas laborales y estudiantiles, y  la criminalidad se disparó en el renglón de delitos contra la persona y la propiedad

A ello habría que añadir que  la  “emigración de retorno” de 1975 cuando un segmento de la diáspora puertorriqueña que  huía de los estragos de la crisis en Estados Unidos regresó al país a pasar los malos momentos. Los economistas del 1970 acuñaron el concepto “estagflación” para sintetizar el fenómeno que vivía el capitalismo internacional.

1 comentario »

  1. Muy buena la información!! Me ayudó mucho para mi ensayo, Gracias!

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    Comentarios por taimaryv — noviembre 23, 2014 @ 7:12 pm | Responder


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