Puerto Rico entre siglos: Historiografía y cultura

noviembre 8, 2010

Memoria de Johan de Melgarejo (1582)

Memoria y Descripción de la Isla de Puerto Rico Mandada a Hacer por S.M. el Rey Don Felipe II en el año 1582 y Sometida por el Ilustre Señor Capitán Johan de Melgarejo, Gobernador y Justicia Mayor en esta Ciudad e Isla. Archivo de Indias-Patronato.

 

Capítulo 1° Puertorrico es el pueblo principal; no sabe que haya tenido otro nombre en lengua de yndios, más de que toda la isla se llamaba el Boriquén; el nombre español que tiene de Puertorrico se le puso por la mucha riqueza de oro que se halló en ésta; otros han querido decir que se le puso por ser el puerto muy bueno y cerrado y seguro de tormentas.

Capítulo 2° El descubridor y conquistador de esta isla fue Juan Ponce de León, natural de la villa de San Tervás del Campo; conquistóla a su costa por mandado del Almirante D. Diego Colón, hijo del primer descubridor de las Indias; partió para este efeto dende la isla de Santo Domingo del puerto de Xigüey el Viejo, de un lugar que llamaban Salvaleón; la primera vez que vino al dicho efeto, tomó puerto en una punta de esta isla, que llaman el Aguada, questá en la banda del Norte della, y allí tomó ciertos yndios con que hizo amistad y descubrió aver oro, bolvió con la muestra al dicho Almirante, sin conquistalla, con el qual capituló y volviéndola a conquistar y poblar, tomó tierra de la banda del Sur de esta isla, donde fundó un pueblo en el puerto de Guánica, a donde estuvo por thiniente a Don Cristóbal de Sotomayor, Caballero de Galicia, y desde allí se empezó a conquistar esta isla, fue en el año de 1508.

Capítulo 3° El temperamento de la cibdad de Puertorrico y su comarca, que casi es el de toda la isla, es muy bueno y casi todo el año es uno, esceto Diciembre y Enero, que reconoce el tiempo a ymbierno; entre año no es muy caluroso; llueve mucho desde Mayo hasta Setiembre, aunque en esto no hay horden, porque en unos años no guarda esta horden; los vientos que corren de hordinario es el viento Este o el Nordeste, y a las noches salta el viento a la tierra, que son balsares della; por Agosto y Setiembre suele haver tormentas, junta la conjunsión de la luna, que llaman juracanes, y las veces suele hazer grandísimos daños bentando los vientos; pero el que más daño haze es el viento Norte, porque este donde alcanza quema y abrasa las sementeras y derrueca los platanales, que es una fruta que sirve de sustento a falta de pan; y al principio de la población desta isla y muchos años después heran muy ordinarios estos juracanes de dos en dos y de tres en tres años; agora se pasan diez y doce años que no los hay.

Mapa de Theodor De Bry (1590)

Capítulo 4° Esta isla es muy áspera y montosa y doblada y de muchos ríos y arroyos de aguas, que por estremos son muy buenas y sanas, por causa que en todos los más de los arroyos se a hallado y halla oro, y descienden sus nascimientos de cerros y collados donde se han hallado y se cree ay oy ricos nascimientos de oro, aunque en la cibdad de Puertorrico se carece desta agua, por questá su sitio en una isleta distinta de la isla prencipal, y a esta causa no hay agua de río ni quebrada, sino solo de una fuente que mana de arenales y sale junto a la mar, media legua de la cibdad en la isla grande, y pasan a ella; se pasa por una calzada que está sobre la mar, llaman la Fuente de Aguilar, y no se han traído a la cibdad por falta de no tener propio y ser poca la agua, y así se beve agua de algibes, que los hay en las más de las casas; tiene falta de pastos para los ganados y de cada día se espera abrá menos, respecto haber nacido en esta isla unos árboles, que se llaman Guayabo, el qual hecha una fruta como manzanas llenas de pepitas, la qual comen las bacas y bestias y puercos y abes, y donde quiera que tornan a estercolar de las pepitas de cada una sale un árbol, con lo qual se va cerrando la tierra, de tal modo que los ganados no se pueden pastorear y se alzan, ny debajo del fructifica yerba que pueda servir pasto, y ansi de cada día se va más arruinando.

Capítulo 5° Que hubo y se hallaron por copia al tiempo del repartimiento que se hizo quando se ganó la isla, cinco mill yndios y quinientas yndias, sin los que quedaron por repartir, que no están domésticos; y el día de hoy no hay de los naturales ninguno, salvo unos poquitos que proceden de yndios de Tierra-Firme traídos aquí, que serán como doce o quince, y apocáronse por enfermedades que les dio de sarampión, romadizo y viruelas, y por otros malos tratamientos se pasaron a otras islas con caribes, y los que hay no están en el pueblo formado; sirven alguno por soldado y otros están en su haziendillas entre españoles; no hablan en su lengua porque los más dellos son nacidos en esta isla; son buenos cristianos.

Capítulo 6° El altura y elevación del pueblo en que está la cibdad de Puertorrico se berá por el eclisse que yo Juan Ponce de León, por mandado del capitán Juan de Céspedes, Gobernador que fue desta isla, tomé a los quince de julio del año pasado, el qual se envía en este propio nabio a su majestad.

Capítulo 7° En esta isla hay una villa que llaman la Nueva Salamanca o San Germán el Nuevo, el qual fundó el governador Francisco de Solís con el despojo que quedó de un pueblo o villa que se decía Guadianylla, que estaba a la banda del Sur desta isla, y lo quemaron caribes yndios y comarcanos de esta isla y robaron franceses, estaba junto a la mar en una sierra, como media legua de la mar, y a esta causa destar a tanto peligro se pasó la tierra adentro, con acuerdo de la audiencia de Santo Domingo; está la dicha villa de Salamanca quatro leguas de la mar, en donde también han llegado franceses y la han robado, al Oeste desta isla y distante de la cibdad de San Juan treinta leguas; goviernase por thiniente que pone el governador de la cibdad y alcaldes ordinarios; y el temperamento y ayres es lo mismo que corre en la cibdad de Puertorrico; no tiene defensa alguna para corsarios.

(…)

Capítulo 9° La cibdad de Puertorrico, ques la cabeza desta isla, la fundó el dicho Juan Ponce de León, contheniendo en el segundo capítulo, llamóla San Juan por su nombre y fue la fundación de ella en el año de veinte y uno, porque despobló una cibdad que antes había poblado en la dicha isla que estaba como legua y media de lo que agora está poblada, a la cual llamaban Caparra; fue la causa de su despoblación que no se criaban niños, porque todos se morían, respeto de que tenían malas aguas y así pocas, tenía ésta al tiempo que se pobló muchos más vezinos que agora tiene, porque al presente no tiene más de hasta ciento y setenta vezinos y catorce prevendados y clérigos, porque se han ido muchos a Tierrafirme, España y otras partes.

Capítulo 10° El sitio de esta cibdad prencipal, que es la de que en el capítulo antes deste se hace mynsion, es parte del llano y tiene i una altura hazia Un monasterio de frayles dominicos, que en ella ay, como parecerá por el rasguño que con esta vá, y la parte más alta, que es donde está el dicho monesterio, mira al Norte, y la parte más llana, que es al contrario mira al Mediodía.

(…)

Capítulo 14° Por la noticia que se tiene de algunos conquistadores se halla que los yndios desta isla era gente mansa; no comían , carne humana, ni eran sométicos, ni tenían ponzoña; peleaban los de la costa de la mar con flechas y arcos, y los de la tierra adentro con palos a modo de bastones; adoraban al demonio, con el que hablaban, temían a los caribes yndios comarcanos de la parte de Levante desta, que son bravos y guerreros y comen carne humana, y tienen yerba, y hoy en día lo son, y han destruido y destruyen esta isla y son parte muy prencipal para su despoblación y arruinamiento, como se a abisado a su majestad, con ynformaciones, que sobre ello se an embiado a la Casa de la Contratación de Sevilla.

Capítulo 15° En esta isla no hubo cacique que la señorease toda, más de que en cada valle o río prencipal avía un cacique, los quales tenían otros capitanes como thinientes de quien se servían, a los quales llamaban en su lengua nitaynos; y después que fueron repartidos a los españoles, el tributo que daban a sus amos era traellos a las minas a sacar oro y a hazer conucos de cazabe y maíz, ques el mantenimiento desta tierra, y batatas, que era la comida que ellos antes usaban, demás de otras raíces que comían, que se dicen ymoconas, yahutías, guayaros, lerenes y maní. Entiéndase que la principal causa de haberse acabado los yndios, demás de las enfermedades arriba dichas, fue el sacarlos de sus pueblos y llevarlos a las minas y a otras partes fuera de donde nacieron, aunque no los sacaron de esta isla.

Capítulo 16° El asiento de la cibdad de San Juan de Puertorrico es el que está dicho en el capítulo dezimo; pueblo de yndio no ay alguno como está dicho; la villa de la Nueva Salamanca está en una sierra con mal asiento, así por no haber cosa llana en él, como por tener el agua lejos y haber un barro que tiñe como almajara la ropa, en ventando el viento el polvo que se levanta causa hazer lo dicho; el río que más cerca dél pasa se llama Guanaibo.

Capítulo 17° La cibdad de Puertorrico es tierra sana, comúnmente andan los hombres con buenos colores; las enfermedades que en ellas son más peligrosas y más cursan son pasmos, y desto mueren muchos niños en nasciendo, o a lo menos antes de los siete días, y muchos hombres solo de beber un jarro de agua estando sudando: de los remedios que más se usa para curar esta enfermedad, de que suelen escapar pocos, es el fuego, labrándolo junto a la nuca y por el cerro abajo de los riñones y dándoles a beber el sumo de la yerba que llaman tabaco, que es a modo de beleño; en la Nueva Salamanca es lo mismo que esta cibdad en quanto a la salud y enfermedades.

 

Comentario:

Los capítulos 1 y 2 de la Memoria… hacen una síntesis bastante imprecisa de la historia de San Juan Bautista con el propósito de aclarar cualquier duda que el Rey Felipe II pueda tener con respecto a los valores de la posesión y los beneficios de invertir en ella. El capítulo 3 ofrece una serie de generalidades sobre el “temperamento” o clima insular: la lluvia, el calor y la humedad destacan en la misma. El capítulo 4 contrata la naturaleza boscosa y bien irrigada de la Isla Grande con la del Islote de San Juan. Resalta las fuentes de agua potable de la Isleta, y el  peligro que los guayabos representan para los pastos y la industria ganadera que entonces se afirmaba como la principal del país, una vez dejadas atrás la aurífera y la caña de azúcar. La indicación de que había oro en los ríos y que aún quedaban filones sin explotar es interesante. El capítulo 5 comenta la situación de los Indios, su desaparición y las causas de la misma. La presencia de Indios de Tierra-Firme y la alianza con los Caribes, que ya vimos en la obra de Oviedo, se reitera.

El capítulo 7 introduce la Villa de San Germán la cual ya estaba ubicada en la Lomas de Santa Marta, comenta las constantes amenazas extranjeras a la misma y la forma de su gobierno mediante un Teniente de Gobernador. El capítulo 9 y 10 hace lo propio con la Ciudad de Puerto Rico, hoy San Juan Antiguo, y su precedente en Caparra. Las dos poblaciones principales de la colonia, la Villa y la Ciudad, son presentadas al Rey Felipe II con relativa precisión.

Los capítulos 14 y 15 describen a los Indios de la Isla. Fíjense que no se les llama Taínos y que se les decribe con argumentos parecido a los que usó Oviedo Historia… La idea de que son distintos de los Caribes es evidente. La desaparición del Indio se adjudica, sin reparos, al sistema laboral que se les impuso. Los capítulos 16 y 17 comentan la higiene y la salud pública: es una tierra sana donde la amenaza mayor es el pasmo, es decir el tétano o mocezuelo que se enfrenta con infusiones de tabaco.

El autor, Juan Ponce de León y García Troche, es descendiente el conquistador y pone todo su empeño en llamar la atención del Rey sobre las posibilidades de la colonia. Piensa e interpreta a San Juan Bautista como un criollo y en ello radica una de las virtudes de este texto. Los capítulos 31, 32 y 33 pueden ser consultados en Documento y comentario: Memoria de 1582

 

  • Mario R. Cancel
  • Historiador

 

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